Evolución del comportamiento humano desde la psicología

El ser humano ha evolucionado para ajustarse a un mundo diferente, un mundo que terminó hace 20.000 años. No hemos cambiado mucho durante este período, aunque parezca demasiado tiempo desde nuestra perspectiva. La prehistoria ocupa todo este período, desde los cazadores-recolectores a lo largo de los comienzos de la civilización, hasta las revoluciones agrícola, industrial y otras, y nos hemos acostumbrado a pensar que los seres humanos del siglo xx en la sociedad occidental somos muy diferentes de los que vivían en la antigüedad remota: los cavernícolas, los cazadores-recolectores y los que vivían justo antes de la revolución agrícola, mucho antes de la civilización. Esta presunción es la versión corriente del pensamiento conmocionado de los tiempos de Darwin, cuando los ciudadanos de la Inglaterra victoriana no podían simplemente adaptarse a la idea de que eran parientes de los monos. A la mayoría de los seres humanos les ocurre lo mismo: seguramente han trascendido las acciones y reacciones de aquellos salvajes incivilizados. Pero para cualquiera que sea consciente de los recientes descubrimientos sobre la evolución humana, nuestra escala del tiempo tiene que ser reajustada. Los seres humanos y nuestros antecesores han evolucionado durante un periodo que ha durado millones de años. Los últimos 20.000 años constituyen una insignificante porción de tiempo en términos evolutivos: no ha habido tiempo para aumentar el desarrollo de nuestras capacidades mentales, de nuestra capacidad para enfrentarnos a los desafíos del entorno, de nuestra capacidad para pensar, razonar y crear. Somos las mismas personas que fuimos diseñadas para vivir cuando nuestra especie la componían unos cuantos grupos de miles, que vagaban por las sabanas del este de África. Estábamos diseñados para responder rápidamente al peligro inmediato: los que vivieron suficientemente para generarnos. En nuestra época los peligros son de otra clase y nadie está preparado para contemplar 15.000 asesinatos durante la adolescencia. Nuestro mundo ha cambiado radicalmente en el periodo de nuestras propias vidas con los ordenadores, los viajes espaciales, la amenaza de guerra nuclear. Todos estos cambios no tienen precedentes y sin embargo, tenemos el mismo sistema mental que teníamos desde hace decenas de miles de años; un sistema que intenta, frente a cualquier acontecimientio, mantener las cosas en orden, simples y claras. El ser humano es un animal que desea e intenta desesperadamente hacer su vida tan rutinaria y estable como le es posible, aferrándose a presunciones y paradigmas fijos, mientras que el mundo sigue cambiando ininterrumpidamente